Eco Driving
No usar el coche en trayectos muy cortos. El 45% de los viajes que se realizan son inferiores a tres kilómetros y en ellos se pueden llegar a consumir 20 litros por cada 100 kilómetros, más del doble que en carretera. Hay alternativas a los desplazamientos cortos, como el transporte público, la bicicleta o el caminar. Podemos turnarnos y compartir el vehículo con varias personas, de modo que los coches vayan completos.
Revoluciones por minuto. Circular a 2.000-2.500 revoluciones por minuto en coches de gasolina, y a 1.500-2.500 revoluciones por minuto en los diesel. Los nuevos modelos de coches circulan con comodidad a estos regímenes bajos y la mecánica no sufre.
Acelerones y frenazos. Hay que evitar acelerones y frenazos bruscos, se consume mucho más combustible. Y si se circula a una velocidad alta, el conductor debe tratar de anticiparse a los posibles cambios: puede, por ejemplo, levantar el pie del acelerador cuando aprecia que un semáforo va a cambiar a rojo, dejando que el coche llegue con su propia inercia y jugando con el freno y el cambio de marchas para detenerlo adecuadamente.
Distancia de seguridad. Una adecuada distancia de seguridad permite circular a una velocidad regular y no consumir energía en exceso, pues se evita frenar y acelerar bruscamente. De esta forma ahorraremos entre el 10 y el 15% de carburante.
En pendientes. Cuando se trata de bajar pendientes conviene levantar el pie del acelerador y aprovechar la inercia del coche, utilizando el cambio y el pedal del freno para efectuar pequeñas correcciones y ajustar la velocidad. No dejar nunca el cambio de marchas en punto muerto, pues no sólo es peligroso, sino que el coche consume más. Por el contrario, cuando se desea subir una pendiente, la mejor forma de hacerlo es utilizando la marcha más larga posible, pisando el pedal del acelerador lo justo para mantener la velocidad. Los cambios de marcha deben realizarse a un régimen de revoluciones más alto que en llano.
Tráfico intenso. En caso de caravana, el coche consume menos si no se para, excepto en caso de paradas largas.
Arranque del vehículo. Se arranca girando únicamente la llave de contacto, no es necesario pisar el pedal del acelerador; en motores de gasolina se debe iniciar la marcha en cuanto se gira el contacto. En los diesel, esperar los cinco segundos de rigor incide en un consumo más moderado.
Marchas. En cuanto se arranca el vehículo es importante cambiar de primera a segunda velocidad lo antes posible, cuanto más larga sea la marcha a la que se circule, menor será el gasto. Nunca se debe pisar a fondo el acelerador para cambiar una marcha, salvo casos de emergencia, pues el consumo de combustible en estos casos es muy alto.
Ruedas. Si los neumáticos se llenan de aire en exceso, el coche puede perder estabilidad en las curva. Los neumáticos bajos en presión hacen que se consuma una cantidad significativa de combustible. Los mecánicos aconsejan que se revisen periódicamente y se cumplan las medidas señaladas por cada fabricante. Además, si la presión de las llantas es incorrecta, se desgastarán antes debido al exceso de flexibilidad que adquieren y al sobrecalentamiento, aumentando así su consumo.
Motor. Mantener en buen estado el motor permitirá que no necesite más gasolina de la necesaria. Concretamente, es importante tener limpio el aceite y el filtro del aire para que la combustión sea más eficiente. Las bujías deben mantenerse sin residuos de la combustión, con el electrodo en buen estado y los inyectores libres de obstrucciones. Está comprobado que un motor nuevo en mal estado consume más combustible que otro más viejo pero bien cuidado.
Apagar el motor. Si la parada que se desea realizar puede durar más de un minuto, conviene apagar el motor del coche. Durante la conducción en carretera, la mejor manera de no consumir más gasolina de la necesaria ante la necesidad de frenar el vehículo es aprovechando la inercia del coche y utilizando una marcha ajustada. Se deberá pisar el embrague sólo en el momento en el que el coche comience a calarse.
Aire acondicionado. Hacer un uso irracional del aire acondicionado puede llegar a incrementar el consumo en un 20%. Por otro lado, circular con las ventanillas bajadas a 100 kilómetros por hora supone un aumento del 5% del gasto de combustible.
Evitar la sobrecarga del vehículo. Sólo el uso de la baca, vacía o no, aumenta el consumo del carburante entre un 2% y un 35%. Es aconsejable retirarla si no se está utilizando.
Revoluciones por minuto. Circular a 2.000-2.500 revoluciones por minuto en coches de gasolina, y a 1.500-2.500 revoluciones por minuto en los diesel. Los nuevos modelos de coches circulan con comodidad a estos regímenes bajos y la mecánica no sufre.
Acelerones y frenazos. Hay que evitar acelerones y frenazos bruscos, se consume mucho más combustible. Y si se circula a una velocidad alta, el conductor debe tratar de anticiparse a los posibles cambios: puede, por ejemplo, levantar el pie del acelerador cuando aprecia que un semáforo va a cambiar a rojo, dejando que el coche llegue con su propia inercia y jugando con el freno y el cambio de marchas para detenerlo adecuadamente.
Distancia de seguridad. Una adecuada distancia de seguridad permite circular a una velocidad regular y no consumir energía en exceso, pues se evita frenar y acelerar bruscamente. De esta forma ahorraremos entre el 10 y el 15% de carburante.
En pendientes. Cuando se trata de bajar pendientes conviene levantar el pie del acelerador y aprovechar la inercia del coche, utilizando el cambio y el pedal del freno para efectuar pequeñas correcciones y ajustar la velocidad. No dejar nunca el cambio de marchas en punto muerto, pues no sólo es peligroso, sino que el coche consume más. Por el contrario, cuando se desea subir una pendiente, la mejor forma de hacerlo es utilizando la marcha más larga posible, pisando el pedal del acelerador lo justo para mantener la velocidad. Los cambios de marcha deben realizarse a un régimen de revoluciones más alto que en llano.
Tráfico intenso. En caso de caravana, el coche consume menos si no se para, excepto en caso de paradas largas.
Arranque del vehículo. Se arranca girando únicamente la llave de contacto, no es necesario pisar el pedal del acelerador; en motores de gasolina se debe iniciar la marcha en cuanto se gira el contacto. En los diesel, esperar los cinco segundos de rigor incide en un consumo más moderado.
Marchas. En cuanto se arranca el vehículo es importante cambiar de primera a segunda velocidad lo antes posible, cuanto más larga sea la marcha a la que se circule, menor será el gasto. Nunca se debe pisar a fondo el acelerador para cambiar una marcha, salvo casos de emergencia, pues el consumo de combustible en estos casos es muy alto.
Ruedas. Si los neumáticos se llenan de aire en exceso, el coche puede perder estabilidad en las curva. Los neumáticos bajos en presión hacen que se consuma una cantidad significativa de combustible. Los mecánicos aconsejan que se revisen periódicamente y se cumplan las medidas señaladas por cada fabricante. Además, si la presión de las llantas es incorrecta, se desgastarán antes debido al exceso de flexibilidad que adquieren y al sobrecalentamiento, aumentando así su consumo.
Motor. Mantener en buen estado el motor permitirá que no necesite más gasolina de la necesaria. Concretamente, es importante tener limpio el aceite y el filtro del aire para que la combustión sea más eficiente. Las bujías deben mantenerse sin residuos de la combustión, con el electrodo en buen estado y los inyectores libres de obstrucciones. Está comprobado que un motor nuevo en mal estado consume más combustible que otro más viejo pero bien cuidado.
Apagar el motor. Si la parada que se desea realizar puede durar más de un minuto, conviene apagar el motor del coche. Durante la conducción en carretera, la mejor manera de no consumir más gasolina de la necesaria ante la necesidad de frenar el vehículo es aprovechando la inercia del coche y utilizando una marcha ajustada. Se deberá pisar el embrague sólo en el momento en el que el coche comience a calarse.
Aire acondicionado. Hacer un uso irracional del aire acondicionado puede llegar a incrementar el consumo en un 20%. Por otro lado, circular con las ventanillas bajadas a 100 kilómetros por hora supone un aumento del 5% del gasto de combustible.
Evitar la sobrecarga del vehículo. Sólo el uso de la baca, vacía o no, aumenta el consumo del carburante entre un 2% y un 35%. Es aconsejable retirarla si no se está utilizando.
1 Comments:
Me encanta saber que el consumo del aire acondicionado es superior al de abrir las ventanillas. Eso me dará la disculpa de reclamar abrirlas en vez del abuso del aire, que sale por las rejillas de manera tan molesta. Gracias por todos tus consejos.
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