La dificil tarea de comprar pan

Es curioso que un hecho tan sencillo y cotidiano como es comprar una barra de pan pueda sacarte tanto de tus casillas. Uno no puede ir con prisa a comprar pan, ya que puede ser malo para la salud. Tienes que pensar que vas a encontrar colas como las de correos, que se te van a colar tres o cuatro señoras y que para el colmo, la gorda que va delante de ti viene dispuesta a llevarse para su casa media confiteria. Tu, evidentemente, guardas la compostura, recordando las peliculas de To er mundo e güeno mientras piensas que una camara oculta es lo unico que daria sentido a esta sinrazon, y la foca que va delante de ti sigue pidiendo 200 gramos de tal y medio kilo de cual... Gracias a Dios hay dos dependientas despachando, lo que ocurre es q la otra por lo visto se encarga solo de la cola preferente y le sirve pan a esas afortunadas señoras que entran y salen de la panaderia a la velocidad del trueno. Miro en mi reloj lo despacio que se mueven las agujas. Cuando por fin me toca mi turno ya casi no queda pan, estoy mal humorado, pido una barra poco cocida y me ponen uan que llevaban guardando durante dias para colarsela a algun primo como yo, que esta tan dura que podria mellar cualquier cuchillo. Resignado a mi infortunio, pago con una moneda de un euro; la tia se pone a revolver en la maldita caja registradora xq dice que apenas le queda cambio y me tiene que dar moneditas de cobre.
No lo intenten en casa, señores, comprar pan es una dificil tarea solo apta para clientes habituales.