The power of coffe
Es curioso lo de las máquinas de vending estas que nos atormentan en muchas empresas. Casi todos estamos de acuerdo en algo: son una mierda.
¿Quién no le ha dado una buena patada o un puñetazo a una máquina de estas? No mintáis, todos lo hemos hecho (y volveremos a hacerlo en breve, seguro). Echas la monedita, le das al botón y... el cacharro ni se inmuta: Inserte moneda y elija producto. ¡Tu puta madre! Pulsas el botoncito rojo pero no te devuelve la moneda. Será hija de puta... Como resulta que eres humano (tonto), echas otra moneda y.... sí, hostión que te crió. Y ni moneda ni café ni leches. Sucesión de patadas.
Para eso que no nos pongan máquinas, coño.
Pero claro, también puede suceder que la maquinita no tenga leche, o café, o ninguna de las dos cosas y te dé un vasito de agua hirviendo la mar de suculento. En ese momento, imbécil de ti, miras la pantallita y ves que van apareciendo unas letras: N O D I S P O N I B L E C A F E E X P R E S O I N S E R T E M O N E D A Y ¡¡Pero serás zorra!! Me lo dices ahora hija de... No sé para qué coño ponen máquinas, ¡mejor que no hubiera nada joder!.
A veces va un poco mejor el asunto y al levantar la tapita de plástico y echar mano del vaso de mejunje (y quemarte otra vez, claro, suerte que esta vez no lo has tirado por los aires) ves que no hay palito. ¡¡¿¿Pero otra vez sin palitos??!! Serás hija de... Miras a tu alrededor... no hay nadie... metes el dedo para darle vueltas... ¡¡joder como quema el cabrón!! Un boli, tengo que tener por aquí un boli... sacas el boli bic que ha pasado por vaya usted a saber cuántas manos, bolsillos, bocas (¿quién no ha mordisqueado y/o chuperreteado un boli bic? Incluso alguno se rasca los sobacos con el boli, doy fé)... de nuevo miras a tu alrededor y sigue sin haber nadie... ¿lo muevo con esto? Tiene más mierda que el palo de un gallinero... Bueno, dejemos el final abierto, lo que está claro es que te acabas tomando el café y sin dejar que se enfríe.
Si tienes toda la fortuna del mundo y la máquina no se traga la moneda y te da un café con palito... ¿qué es lo primero que haces? Pues le comentas al compañero de turno joder, vaya mierda de café, esto parece matarratas hombre... Ni tié cafeína ni tié ná, casi mejor beber agua del grifo y que quiten esta ful de máquina y nos ahorramos la pasta... Eso si no has tenido que salir escopetado al servicio nada más dar el primer sorbo, claro.
Pues todo esto viene a cuento de que esta mañana, tras haber dormido tan solo algo más de tres horas por razones que no vienen el caso, he llegado al curro y no funcionaba ninguna de las máquinas. ¿Pero es que aquí nadie carga las putas máquinas o qué? Serán cabrones, con el puto sueño que tengo joder... no sé para qué están!! Y la máquina se ha llevado la correspondiente patada, yo me he quedado sin el aguachirri que hace creer a mi subconseciente que ya no tengo sueño y me he pasado toda la mañana bostezando y medio sopa a pesar de estar hablando sin parar. Qué triste la dependencia de ese líquidillo marrón, que perfectamente pudiera ser mierda camuflada con leche en polvo, comprado a precio de oro a un cacharro timador. Precisamente hoy que llevaba un boli nuevecito.
¿Quién no le ha dado una buena patada o un puñetazo a una máquina de estas? No mintáis, todos lo hemos hecho (y volveremos a hacerlo en breve, seguro). Echas la monedita, le das al botón y... el cacharro ni se inmuta: Inserte moneda y elija producto. ¡Tu puta madre! Pulsas el botoncito rojo pero no te devuelve la moneda. Será hija de puta... Como resulta que eres humano (tonto), echas otra moneda y.... sí, hostión que te crió. Y ni moneda ni café ni leches. Sucesión de patadas.
Para eso que no nos pongan máquinas, coño.
Pero claro, también puede suceder que la maquinita no tenga leche, o café, o ninguna de las dos cosas y te dé un vasito de agua hirviendo la mar de suculento. En ese momento, imbécil de ti, miras la pantallita y ves que van apareciendo unas letras: N O D I S P O N I B L E C A F E E X P R E S O I N S E R T E M O N E D A Y ¡¡Pero serás zorra!! Me lo dices ahora hija de... No sé para qué coño ponen máquinas, ¡mejor que no hubiera nada joder!.
A veces va un poco mejor el asunto y al levantar la tapita de plástico y echar mano del vaso de mejunje (y quemarte otra vez, claro, suerte que esta vez no lo has tirado por los aires) ves que no hay palito. ¡¡¿¿Pero otra vez sin palitos??!! Serás hija de... Miras a tu alrededor... no hay nadie... metes el dedo para darle vueltas... ¡¡joder como quema el cabrón!! Un boli, tengo que tener por aquí un boli... sacas el boli bic que ha pasado por vaya usted a saber cuántas manos, bolsillos, bocas (¿quién no ha mordisqueado y/o chuperreteado un boli bic? Incluso alguno se rasca los sobacos con el boli, doy fé)... de nuevo miras a tu alrededor y sigue sin haber nadie... ¿lo muevo con esto? Tiene más mierda que el palo de un gallinero... Bueno, dejemos el final abierto, lo que está claro es que te acabas tomando el café y sin dejar que se enfríe.
Si tienes toda la fortuna del mundo y la máquina no se traga la moneda y te da un café con palito... ¿qué es lo primero que haces? Pues le comentas al compañero de turno joder, vaya mierda de café, esto parece matarratas hombre... Ni tié cafeína ni tié ná, casi mejor beber agua del grifo y que quiten esta ful de máquina y nos ahorramos la pasta... Eso si no has tenido que salir escopetado al servicio nada más dar el primer sorbo, claro.
Pues todo esto viene a cuento de que esta mañana, tras haber dormido tan solo algo más de tres horas por razones que no vienen el caso, he llegado al curro y no funcionaba ninguna de las máquinas. ¿Pero es que aquí nadie carga las putas máquinas o qué? Serán cabrones, con el puto sueño que tengo joder... no sé para qué están!! Y la máquina se ha llevado la correspondiente patada, yo me he quedado sin el aguachirri que hace creer a mi subconseciente que ya no tengo sueño y me he pasado toda la mañana bostezando y medio sopa a pesar de estar hablando sin parar. Qué triste la dependencia de ese líquidillo marrón, que perfectamente pudiera ser mierda camuflada con leche en polvo, comprado a precio de oro a un cacharro timador. Precisamente hoy que llevaba un boli nuevecito.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home