Así empezó todo
Llevaba tiempo pensando en cómo y a qué edad empecé en el mundo de los videojuegos. Una historia que empezó hace muchos muchos años, y que he tenido que hacer un esfuerzo importante para poder recordar.
Todo empezó con un ZX Spectrum de 16K de teclas de goma que compró mi padre alrededor del año 83. La informática doméstica empezaba a invadir los hogares con la excusa de que estos ordenadores servían para estudiar, llevar la contabilidad familiar y un montón de cosas más, pero no nos engañemos, el único uso que se le daba era para jugar. Poco más tarde, en una especie de plan renove, lo cambió por el Spectrum 48K, que supuso una auténtica revolución.
No sé cuales serían los pimeros juegos a los que le dimos caña, yo era muy pequeño y mi interés por ese tema debía ser bastante escaso. Recuerdo títulos como Spy Hunter, Abu Simbel, Army Moves, Navy Moves, Camelot Warriors, Last Ninja, etc.
Pasaron los años y mi hermano un buen día se compró una GameBoy y en un gesto de generosidad hizo que fueran tan suya como mía. Esta consola era muy popular, y prácticamente todos nuestros amigos la tenían, así que el intercambio de juegos era algo constante. Los juegos que teníamos eran Tetris, Gargoyles Quest, Fortress of Fear y poco más, pero como comentaba, llegamos a jugar a muchos títulos que nos prestaban los amigos. No recuerdo exactamente el año, pero fué al poco de salir (1989), y la tuvo durante muchos años.
Me acuerdo también de que por aquel entonces, ibamos al pueblo todos los veranos y un primo nuestro tenía la NES. Las tardes en su casa jugando al Bionic Commando eran increíbles, y creo que aquí comenzó mi verdadera pasión por los videojuegos. No sé si tenía otros juegos, seguramente sí, pero siempre jugábamos al mismo.
Por esas fechas me armé de valor y me pillé la Game Gear. Los tonalidades monocromáticas de la GameBoy parecían poco comparados con la estupenda pantalla a color de la Game Gear, sin embargo, la forma de consumir las pilas fue un verdadero lastre de esta consola portátil, que la hacía dependiente del transformador de corriente. Era una consola mucho menos popular que la GameBoy y no la tuve demasiado tiempo, aunque sí que recuerdo con cariño esas partidazas al Sonic, Castle of Illusion, el Shinobi y seguramente alguno más.
También por aquel entonces mis padres compraron el primer PC. Era un XT 8088 con monitor en color, todo un lujo por aquellos tiempos. Recuerdo aquellos primeros títulos, el Budokan, el Prince of Persia y las primeras aventuras gráficas de Lucas. Increíble.
La evolución de los videojuegos llegó a la más encarnizada lucha de todos los tiempos, aquella que se produjo entre las consolas de 16bits. Por un lado, la NES dejaba cadáveres en su camino y Sega tuvo que desarrollar una máquina que fuera mucho más potente para poder derrotar a la 8 bits de Nintendo. De esta manera, nació la Megadrive. La NES siguió unos años mientras en Nintendo movían ficha y preparaban la que para mí ha sido la mejor consola de la historia, la Super Nintendo. Esta consola, no era especialmente potente, pero tenía chips dedicados para cada tarea, lo cual la convertía en muy versátil. Además de esto, Nintendo supo jugar bien sus cartas y se apoderó de las mejores third parties para que sacaran exclusividades en su consola. Muchas conversiones de recreativa salieron primero en la Super, algunas incluso de manera exclusiva, y eso hizo mucho daño a Sega, que fue claramente perdedora en esta lucha. Había otras consolas de 16bits, la Turbografx, que vendió bastante bien en Japón pero apenas traspasó fronteras, y la NeoGeo, que era básicamente una placa de recreativa "consolizada" para conectarse a una tele, y que fue conocida como la consola de los ricos.
Es muy fácil predecir el futuro, sobre todo cuando ya ha pasado. Pero por aquel entonces no sabías por quién apostar. Yo en su día elegí la Megadrive, y no veais como me arrepiento. Tuve bastantes juegos, entre ellos Sonic, Sonic 2, Sunset Riders, Toe Jam & Earl 2, Fatal Fury, Shinobi III, etc. La compré alrededor del año 93, y en el instituto tenía un amiguete que tenía la Super, y muchos fines de semana nos las intercambiabamos. Que pasada jugar al Super Mario World, el Super Probotector y el Street Fighter II. Locurón.
Fue precisamente en la época del instituto en el que empecé a frecuentar las salas de máquinas. En realidad siempre había ido a los recres, sobre todo en Torrevieja que era cuando más tiempo libre tenía, pero fue a partir del 94 cuando empecé a ir de forma asidua.
Los juegos de las máquinas recreativas eran diversión en estado puro, era meter una moneda y empezar la magia. Aquellos juegos eran increíbles, y era hacia donde miraban todas las consolas domésticas. Intentar emular esos juegazos era su objetivo, los ports eran el denominador común, y aunque la mayoría fueran un churro al lado del original a nosotros no parecía importarnos demasiado. Supongo que por aquel entonces, tener una recreativa en tu casa era un sueño imposible, algo que ni siquiera se te pasaba por la cabeza, ya ves que vueltas da la vida.
De aquella época ya podría llenar una página entera, pero los que más monedas de cinco duros se llevaron fueron Double Dragon, Final Fight, TMNT, WWF WrestleFest, Sunset Riders, Carlos Sainz, Cadillac and Dinosaurs... etc.
Poco más tarde empecé a dedicarle más tiempo a jugar al futbolín, y todo el tema de los videojuegos pasó a segundo plano. Me perdí la época de los 32 y 64 bits. Me descolgué completamente del tema videojueguil, pero como podeis ver, esto es algo va y viene. Recuerdo esos años con cariño y esos juegos sin duda marcaron mi juventud. Asi fue, como empezó todo.
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Todo empezó con un ZX Spectrum de 16K de teclas de goma que compró mi padre alrededor del año 83. La informática doméstica empezaba a invadir los hogares con la excusa de que estos ordenadores servían para estudiar, llevar la contabilidad familiar y un montón de cosas más, pero no nos engañemos, el único uso que se le daba era para jugar. Poco más tarde, en una especie de plan renove, lo cambió por el Spectrum 48K, que supuso una auténtica revolución.
No sé cuales serían los pimeros juegos a los que le dimos caña, yo era muy pequeño y mi interés por ese tema debía ser bastante escaso. Recuerdo títulos como Spy Hunter, Abu Simbel, Army Moves, Navy Moves, Camelot Warriors, Last Ninja, etc.
Pasaron los años y mi hermano un buen día se compró una GameBoy y en un gesto de generosidad hizo que fueran tan suya como mía. Esta consola era muy popular, y prácticamente todos nuestros amigos la tenían, así que el intercambio de juegos era algo constante. Los juegos que teníamos eran Tetris, Gargoyles Quest, Fortress of Fear y poco más, pero como comentaba, llegamos a jugar a muchos títulos que nos prestaban los amigos. No recuerdo exactamente el año, pero fué al poco de salir (1989), y la tuvo durante muchos años.
Me acuerdo también de que por aquel entonces, ibamos al pueblo todos los veranos y un primo nuestro tenía la NES. Las tardes en su casa jugando al Bionic Commando eran increíbles, y creo que aquí comenzó mi verdadera pasión por los videojuegos. No sé si tenía otros juegos, seguramente sí, pero siempre jugábamos al mismo.
Por esas fechas me armé de valor y me pillé la Game Gear. Los tonalidades monocromáticas de la GameBoy parecían poco comparados con la estupenda pantalla a color de la Game Gear, sin embargo, la forma de consumir las pilas fue un verdadero lastre de esta consola portátil, que la hacía dependiente del transformador de corriente. Era una consola mucho menos popular que la GameBoy y no la tuve demasiado tiempo, aunque sí que recuerdo con cariño esas partidazas al Sonic, Castle of Illusion, el Shinobi y seguramente alguno más.
También por aquel entonces mis padres compraron el primer PC. Era un XT 8088 con monitor en color, todo un lujo por aquellos tiempos. Recuerdo aquellos primeros títulos, el Budokan, el Prince of Persia y las primeras aventuras gráficas de Lucas. Increíble.
La evolución de los videojuegos llegó a la más encarnizada lucha de todos los tiempos, aquella que se produjo entre las consolas de 16bits. Por un lado, la NES dejaba cadáveres en su camino y Sega tuvo que desarrollar una máquina que fuera mucho más potente para poder derrotar a la 8 bits de Nintendo. De esta manera, nació la Megadrive. La NES siguió unos años mientras en Nintendo movían ficha y preparaban la que para mí ha sido la mejor consola de la historia, la Super Nintendo. Esta consola, no era especialmente potente, pero tenía chips dedicados para cada tarea, lo cual la convertía en muy versátil. Además de esto, Nintendo supo jugar bien sus cartas y se apoderó de las mejores third parties para que sacaran exclusividades en su consola. Muchas conversiones de recreativa salieron primero en la Super, algunas incluso de manera exclusiva, y eso hizo mucho daño a Sega, que fue claramente perdedora en esta lucha. Había otras consolas de 16bits, la Turbografx, que vendió bastante bien en Japón pero apenas traspasó fronteras, y la NeoGeo, que era básicamente una placa de recreativa "consolizada" para conectarse a una tele, y que fue conocida como la consola de los ricos.
Es muy fácil predecir el futuro, sobre todo cuando ya ha pasado. Pero por aquel entonces no sabías por quién apostar. Yo en su día elegí la Megadrive, y no veais como me arrepiento. Tuve bastantes juegos, entre ellos Sonic, Sonic 2, Sunset Riders, Toe Jam & Earl 2, Fatal Fury, Shinobi III, etc. La compré alrededor del año 93, y en el instituto tenía un amiguete que tenía la Super, y muchos fines de semana nos las intercambiabamos. Que pasada jugar al Super Mario World, el Super Probotector y el Street Fighter II. Locurón.
Fue precisamente en la época del instituto en el que empecé a frecuentar las salas de máquinas. En realidad siempre había ido a los recres, sobre todo en Torrevieja que era cuando más tiempo libre tenía, pero fue a partir del 94 cuando empecé a ir de forma asidua.
Los juegos de las máquinas recreativas eran diversión en estado puro, era meter una moneda y empezar la magia. Aquellos juegos eran increíbles, y era hacia donde miraban todas las consolas domésticas. Intentar emular esos juegazos era su objetivo, los ports eran el denominador común, y aunque la mayoría fueran un churro al lado del original a nosotros no parecía importarnos demasiado. Supongo que por aquel entonces, tener una recreativa en tu casa era un sueño imposible, algo que ni siquiera se te pasaba por la cabeza, ya ves que vueltas da la vida.
De aquella época ya podría llenar una página entera, pero los que más monedas de cinco duros se llevaron fueron Double Dragon, Final Fight, TMNT, WWF WrestleFest, Sunset Riders, Carlos Sainz, Cadillac and Dinosaurs... etc.
Poco más tarde empecé a dedicarle más tiempo a jugar al futbolín, y todo el tema de los videojuegos pasó a segundo plano. Me perdí la época de los 32 y 64 bits. Me descolgué completamente del tema videojueguil, pero como podeis ver, esto es algo va y viene. Recuerdo esos años con cariño y esos juegos sin duda marcaron mi juventud. Asi fue, como empezó todo.
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2 Comments:
Joder macho, vaya repasito
Yo empecé con todo hecho, un Spectrum +2 y un MSX2, además de una Atari 2600 clónica
Aunque fue sin duda un Pentium 166 el que cambió mi sino en los videojuegos cuando comenzaron a aparecer los primeros emuladores
Muy buenos los juegos mencionados, creo que los he jugado a casi todos. Por cierto, no existe el Carlos Sainz, era el World Rally de Gaelco, pero todo el mundo le llamaba Carlos Sainz -a no ser que fuera un bootleg, pero es raro-
Efectivamente, pero precisamente como nadie lo conoce por World Rally Championship x eso puse Carlos Sainz. Muy bueno el apunte ;)
Tengo que actualizar el hilo y poner unas foticas.
Salu2
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