Las fotos de carnet

Recientemente me ha llegado una carta que me informa que tengo que renovar mi carnet de conducir. La carta la emitía el centro de reconocimiento al que fui en su día cuando saqué el permiso de circulación, y ponía los documentos que necesito para su renovación. Entre los mismos, se encontraba una foto de carnet y aclaraban que tampoco es imprescindible, ya que si fuera necesario te sacan ellos mismos la foto con una webcam. Al leer esto me quedé horrorizado.

No sé que tipo de webcam utilizarán para tal fin, pero el mero hecho de que te lo saquen con una webcam indica poca profesionalidad. Por otro lado, la idea de que una foto sacada con una webcam sea totalmente válida para renovar el carnet de conducir, me llevó a pensar que la calidad obtenida por una cámara de fotos digital sería superior, y que si soy yo el que saca las fotos podría elegir tranquilamente en mi casa entre distintos tipos de iluminación, entre varias instantáneas, o incluso trabajar la foto el Gimp para hacer algunos retoques.

Es curioso, pero siempre que vas a sacarte unas fotos de carnet, da igual el empeño que hayas puesto ese día en peinarte, en arreglarte, etc. Es ir al estudio de fotografía con ganas de comerte el mundo y salir con 8 fotos de carnet en las que consideras que has quedado fatal. ¿Alguien ha visto la peli de Amelie? Tampoco quiero decir que lleguemos al extremo de romperlas, aunque en alguna ocasión nos hayan entrado ganas, pero el precio que nos ha costado sacarlas nos echa para atrás. Lo que sí que sucede muchas veces es que luego cuando alguien te coge la cartera le dices que por favor no mire la foto del DNI xq has quedado como el culo. Supongo que a todo el mundo le suena esta situación.

EL caso es que sacarte tú tus propias fotos de carnet tiene sus ventajas. No estás en un estudio de fotografía, no es un entorno hostil. Estás en el salón de tu casa, con las persianas bien subidas y frente a tu cámara digital. Tranquilamente vas sacando las fotos y vas viendo los resultados. Puedes hacer los retoques de última hora, corregir la postura, la luz... etc. La cosa no termina aquí, ya que una vez elegida la instantánea que más te convence, todavía puede llevar un trabajo de postprocesado en el Gimp para trabajar al máximo esas fotos que te van a acompañar en tu cartera durante 10 años. El esfuerzo merecerá la pena.

Finalmente, y una vez obtenido un resultado excelente, podemos utilizar una plantilla para transformar nuestra foto al tamaño estándar de fotografía de carnet, y llevarlo a un kiosko de los de Kodak para imprimirlo en formato 10x15. En mi caso encontré un tutorial excelente en internet que te explica como hacerlo con Photoshop, aunque puede ser seguido punto por punto con el Gimp. Únicamente tendría que añadir un pequeño apunte, y es que el formato de salida es 15x10 y las fotografías se imprimen en 10x15, con lo cual en mi caso giré la fotografía en mi casa, que no me fío de los resultados que se pueden obtener del giro que te haga la máquina del kiosko. Por otro lado, aunque la relación de aspecto coincide exactamente, no sé por qué motivo en la impresión se amplió ligeramente la imagen, cortando la foto por el lado derecho. En ese caso medí el tamaño de la foto resultante y por una sencilla regla de tres calculé la reducción que tenía que aplicarle al original para que la impresión saliera con las medidas justas.

Ahora solo queda encontrar un centro de reconocimiento que no me sablee con las tasas a la hora de pasar el psicotécnico, xq el que me mandó la carta, además de ser poco profesional con las fotos te las cobra a precio de oro.