De dos en dos

Hay algo que me llama mucho la atención: la mayoría de nosotros nos sabemos nuestro número de teléfono como un conjunto de cifras, que si nos las dicen agrupadas de forma distinta, desconocemos por completo.
Es decir, muchos recitamos nuestro número de la forma 6AB-CD-EF-GH, pero si nos preguntan que si nuestro número es 6AB-CDE-FGH no sabemos qué contestar.
En mi caso, ese problema no lo había tenido nunca, ya que la cifra que ocupa la cuarta posición es un cero, lo que te imposibilita prácticamente el decir las cifras de tres en tres.
Sin embargo, siempre hay un roto para un descosido, y ayer me llamaron de Movistar y me preguntaron que si mi número era el 6, A, B, cero, DE, FGH. Menuda forma de complicarse la vida, no entendí el número de móvil, evidentemente, pero dije que sí porque sé de sobra como van estas cosas.

Me llamaban desde el departamento de portabilidad de Movistar, y es que había tramitado el cambio hacia Simyo hacía tan sólo unas horas (deben de tener el DAVOX en modo ultraviolence).
Me ofrecían un contrato que desconocía totalmente, que rebuscando en internet he descubierto que se trata del contrato ocho: llamadas y mensajes a 8 céntimos con consumo mínimo de 6€. Además me daban un móvil, pero no tenían Sony-Ericsson.
De todas formas no me interesa, y son varios los motivos. En primer lugar, las cambiantes condiciones de los contratos Movistar que te dejan con cara de tomtom, el cual fue precisamente el motivo que me llevó a pedir el cambio de compañía.
Por otro lado, el consumo mínimo de Movistar tiene un cómputo muy puñetero, y habitualmente no entran promociones, módulos de ahorro y demás.
Además, otro de los motivos del cambio son las jugosas tarifas de datos que ofrece Simyo, cosa que en Movistar hay que contratar por separado, con el añadido sobrecoste.
Y por último, en Simyo las llamadas entre usuarios de la misma compañía son gratuitas en los 10 primeros minutos (se paga sólo el establecimiento). Como mis padres ya se han cambiado, a mí no me interesa quedarme en Movistar, por mucho móvil que me ofrezcan.
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